domingo, 23 de diciembre de 2007

MICRORRELATO: El reloj de la abuela

Josefina, envidiosa, miraba a su abuela, cuándo ésta, un reloj de oro se ponía en su muñeca.
- ¡Josefina!, ¿ porque me miras de esa manera ? -decia la abuela.
- ¡Ay abuela!, ¿ no eres demasiado mayor para lucir tal belleza ?- dijo Josefina.
- ¡Nooo! Parece que mueres de envidia. Un dia será tuyo- contestó la abuela.
Y sin malícia contestó la nieta:
- ¡Vaya! y.. ¿ morirás pronto abuela ?

¿Los hombres y las mujeres tenemos las mismas oportunidades?

Un estudio de opinión elaborado por la Cámara Regional del Comercio, efectuado en el Encuentro Anual de Mujeres 2007 El Mundo del Trabajo y sus Desafíos, contó con la participación de más de 350 mujeres.
De las asistentes, un 34% declaró ser empresaria; un 22%, gerentes; un 17%, gerente del área y un 27%, ejecutiva.
Un 83% de las asistentes percibe que aún existen problemas de machismo en el trabajo, afectando en situaciones tales como el reconocimiento de labores realizadas, diferencias salariales, participación y desarollo en la institución, y valoración de las capacidades físicas e intelectuales.
¿ Cree que en las ofertas de trabajo, estan condicionadas por ser hombres o mujeres?
El 76% reconocieron que aún existe discriminación hacia la mujer en el mercado laboral, destacando en su mayoria que existen diferencias a la hora de conseguir un empleo y que éstas se van dependiendo del tipo de cargo y el nivel de responsabilidad involucrado.
Es posible que los hombres manden en la oficina, pero en el hogar, los jefes són las mujeres y són ellas las que toman las decisiones más importantes.
En general, se dice que las mujeres somos más exigentes.
Se discute con tu pareja, problemas de dinero, trabajos en el hogar, la família, la comunicación, el sexo, los sentimientos... Y se dice que las mujeres siempre se salen con la suya. ¿ Será porque los hombres no tienen nuestra capacidad, de soportar todo el peso laboral y familiar?
Nunca deberíamos sentirnos las mujeres menos que los hombres, porque esto podría ser un complejo para nosotras y sentirnos marginadas.
Nos diferenciamos de los hombres por el aspecto físico, pero no por el psicológico.